María Micaela Mendoza Andrade nació el 29 de septiembre de 1953 en Cuautitlán, Jalisco, y hoy se enfrenta a la vida con una carga de dolor que pesa en cada uno de sus días. Residente en Manzanillo, Colima, su existencia se ha visto marcada por una serie de enfermedades que parecen no tener fin: artritis reumatoide, hipertensión, diabetes y, hace algunos años, un devastador diagnóstico de cáncer cervicouterino que la obligó a someterse a una dolorosa cirugía de extirpación de la matriz. Aunque hoy se encuentra en remisión, cada recuerdo de esa lucha sigue presente en su mirada.

La realidad de María Micaela es dura. Su único ingreso proviene de la pensión del programa "70 y más" , sumado a lo poco que logra recaudar vendiendo botes de aluminio reciclados y ropa usada. Aun cuando algunos de sus medicamentos esenciales son provistos por el Hospital del Bienestar, la constante escasez la obliga, en muchas ocasiones, a comprarlos por sí misma. Esto se convierte en una batalla diaria, pues los altos costos y sus limitados recursos amenazan con dejarla desprotegida en medio de su delicado estado de salud.

La situación se agrava aún más al saber que, para sobrellevar sus múltiples padecimientos, María Micaela necesita una alimentación adecuada que, lamentablemente, se le escapa de las manos. Cada día es un recordatorio doloroso de que la lucha por una vida digna se convierte en un reto casi insuperable.

La Lucha Silenciosa de María Micaela Mendoza Andrade

Un Rayo de Esperanza en Medio de la Oscuridad

Ante este panorama tan sombrío, se ha organizado una rifa benéfica con la finalidad de recaudar fondos para garantizar el acceso a los medicamentos y la nutrición que tanto necesita. Se rifarán 3 motocicletas marca Itálika y cada boleto, a un costo de $125 pesos mexicanos , es una oportunidad para tenderle una mano amiga a quien ha vivido demasiada adversidad.

La rifa se llevará a cabo a través de una transmisión en vivo por redes sociales, un espacio en el que cada participación representa un gesto de solidaridad y empatía en un mundo que a veces parece olvidar a los más vulnerables.

Entrevista a María Micaela Mendoza Andrade